Mini-Franquicia: ¿Qué es y para quién es?

Mini-Franquicia: ¿Qué es y para quién es?

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Una mini-franquicia es ideal para un empresario que busca recompensar o motivar a un miembro excepcional del equipo. Sin embargo, también podrías considerar esta opción si buscas repartir los riesgos. 

En esencia, este tipo de franquicias permiten que la marca de su empresa cree un almacén independiente que será gestionado por un socio de su elección.

Una mini-franquicia podría entrar en juego cuando uno de sus empleados alcance los mejores resultados, pero parece que su motivación está empezando a marchitarse. Para evitar que el empleado se vaya y se convierta en su competidor, la mejor solución podría ser concluir un contrato de asociación con él/ella, es decir, crear una mini-franquicia.

Al igual que en una franquicia tradicional, la mini-franquicia funcionará como parte de la marca paraguas, pero el franquiciado tiene más libertad y responsabilidad en comparación con un empleado asalariado.

¿En qué se diferencia una mini-franquicia de una franquicia tradicional?

Franquicia tradicional

  • Una mayor inversión
  • Derechos de venta en un territorio más amplio
  • El uso independiente de la marca
  • Uso independiente del modelo de negocio
  • Cuentas separadas para el franquiciador y el franquiciado
  • Contabilidad separada

Mini-franquicia

  • Una inversión más pequeña (o 0 pago inicial)
  • Derechos de venta limitados
  • Uso de la marca en asociación
  • Uso del modelo de negocio en asociación
  • El franquiciador y el franquiciado comparten una cuenta
  • Contabilidad compartida

¿Para quién es adecuada una mini-franquicia?

El modelo de mini-franquicia definitivamente no es adecuado para todas las empresas, pero muchos podrían querer considerarlo. Un ejemplo podrían ser los salones de belleza, donde es importante que la esteticista sienta que sus clientes son suyos, no de los salones. 

El hecho de tener una mini-franquicia en el sector de los servicios permite al franquiciado concentrarse en la creación y el mantenimiento de su base de clientes, mientras que la empresa puede hacer más hincapié en las actividades de marketing y capacitación.

La mini-franquiciación tiene otra ventaja importante. Alivia la escasez de mano de obra, ya que es mucho menos probable que las personas pongan fin a este tipo de asociación por capricho. El sentido de propiedad añadido hace que se invierta mucho más en lo que sucede en la empresa.

Ahora bien, aparte de la mini-franquicia también tenemos otros tipos de franquicias. Te contamos que hay tres tipos principales de franquicia:

  • Franquicia de formato de negocio

Un acuerdo por el cual un negocio (franquiciador), otorga una licencia a otro negocio (el franquiciado) para que comercie utilizando su marca, modelo de negocio y una serie de otros activos, mientras que también proporciona apoyo y orientación adicional como parte del paquete. Este es el tipo de franquicia más común.

  • Franquicia de distribución de productos

En una franquicia de distribución de productos, el franquiciador permite al franquiciado vender sus productos, y otorga licencias de su logotipo para su uso, pero no proporciona ningún apoyo continuo al negocio. 

Esencialmente, funciona más como una relación proveedor/vendedor, pero con una marca adicional. Las gasolineras de marca serían un ejemplo de ello, permitiendo que se utilice su nombre y suministrando gasolina, pero dejando las operaciones del negocio en manos del franquiciado.

  • Franquicia de fabricación

Una franquicia de fabricación tiene licencia para producir bienes y servicios utilizando la marca del franquiciador. Las empresas de alimentos y bebidas suelen operar de esta manera (vendiendo el concentrado de jarabe a una empresa embotelladora, que luego lo vende después de mezclarlo, por ejemplo), al igual que algunos mayoristas.

Esperamos que este recorrido sobre los tipos de franquicias, te ayude a encontrar la más adecuada para tu negocio.